La edición número 32 del memorial Goñi trajo a sus campeones en el frontón Beloki de Zumárraga con dos encuentros muy competidos y con mucha emoción para el desenlace.
En categoría promesas dentro de la disciplina del cuatro y medio, la txapela fue para Beñat Apezetxea (Umore Ona) al poder doblegar a Daniel Sánchez (Oberena) mediante un 22-21. Después del gran comienzo del iruindarra con un 6-0 y 12-1 no parecía que el goizuetarra iba terminar saliendo como el campeón. Fue un inicio muy eléctrico por parte de Sánchez donde mostró sus habilidades ofensivas. Donde ponía el ojo remataba y con esa agresividad no dejó que Beñat pudiera entrar en el partido.
La diferencia era muy abultada pero mediante tantos más largos, Apezetxea pudo coger su ritmo. Con mayor calma, pudo situarse a mitad de cancha y realizar su juego moviendo a los lados al oponente. No se le veía del todo cómodo pero poco a poco sus sensaciones iban en aumento. Sánchez también iba a dar alguna facilidad en alguna pelota que debía ser llevada. Aun así, tras ese comienzo en modo de torbellino se vio apaciguado y Beñat logró empatar el duelo a 17.
Todavía quedaba el desenlace y pese a que las sensaciones eran mejores por parte de Apezetxea, había más cuerda. Sánchez no se iba a rendir y pese a estar más tocado a nivel físico, lo dio todo volviendo a ser efectivo. La tensión se palpaba pero dentro de su terreno puso el duelo en 21-19. Beñat, por su parte, se vio obligado a coger el saque y finalizar el partido con un pelotazo suyo. Pese a no ser su mejor tarde, mostró esa templanza y la mentalidad de no irse del partido en ningún instante. Sánchez, mostró lo peligroso que puede llegar a ser y las grandes habilidades que goza con una bonita proyección.
El duelo por parejas entre los senior no iba a pasar desapercibido. Ander Murua (Soraluze) y Aingeru Bernaola (Lea Ibarra) se llevaron la txapela al derrotar a Josu Igoa (Aurrera Tolosa) y Beñat Garmendia (Lapke) por 22-20. Serían el guipuzcoano y el vizcaíno los que iban a coger una bonita renta en el comienzo. El delantero de Arrasate entró mucho en juego. Gozó de efectividad y volvió locos a los rivales. Todo iba a su gusto y era él quien mantenía la sartén en el fuego. Estuvo acompañado de un buen Bernaola que sabía donde posicionarse y aportar en la pareja. A Josu y Beñat les estaba costando mucho coger un ritmo en el que el zaguero gozara y el delantero tuviera más oportunidades. Conocían cual era la tarea a evitar, pero Murua les estaba poniendo un duro examen.
A mitad del partido, hubo una reacción por parte de Igoa y Garmendia sobre todo en la zaga. El zaguero de Beasain dominó más y el evitar a Murua les dio cabida para ir aumentando su registro en el marcador. Aun así, los azules iban a conseguir marcharse nuevamente. No obstante, minutos más tarde cuando el duelo con 18-11 parecía estar cerrado, los colorados no dejaron que se les fuera la cita, y compitieron con uñas y dientes. Dos rasgos muy competitivos como los que ofrecen Josu y Beñat les iban a acoger los tantos con garantías. Bernaola estaba más cansado y el dominio de Garmendia cada vez era más claro. El ritmo de Murua había descendido ya que entraba menos en juego y cuando lo hacía no era tan plácido. Cayeron sus dos únicos errores por ese intervalo, Igoa acertó apoyado ya que Beñat le ayudaba mostrando la espalda a Aingeru.
La dureza iba apareciendo mientras la tensión también se acercaba. Se esperaba que sería una final de detalles y pese a que durante el transcurso pudiera no palparse esa dinámica, el desenlace lo iba a ofrecer. Tanto Igoa como Beñat cometieron un error importante cada uno en esos instantes con Murua muy seguro y echándose el peso del partido en su espalda buscando que un Bernaola muy cansado pudiera aguantar. Por tanto, esa seguridad de Murua sería clave para que el triunfo de manera ajustada fuera para ellos siendo el hombre del partido.
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