El pelotari navarro Unai Laso consiguió el pase a su primera final del campeonato Manomanista al poder derrotar a Jokin Altuna por 22-17 en el frontón Bizkaia de Bilbo.
La pelota mano profesional está de enhorabuena ya que ya no hay duda del nacimiento de una nueva rivalidad. Los dos mejores pelotaris del momentos se enfrentaban en la penúltima ronda en una catalogada final anticipada con el permiso de Joseba Ezkurdia y Erik Jaka que mañana tendrán su oportunidad para entrar en la lucha por la txapela. El pelotari navarro, es la tercera final consecutiva, que alcanza tras caer en la final del Cuatro y Medio y la del parejas, tendrá otra oportunidad de ganar un campeonato de primera en la disciplina manomanista. Además, por primera vez en una lucha individual pudo ganar al pelotari que todo el año ha llevado la camiseta colorada de campeón.
La tensión se palpaba desde los aledaños cercanos a la cancha del frontón Bizkaia que se estrenaba con el novedoso sistema de una pantalla gigante encima de la pared izquierda con la emisión de ETB para que el público que había acudido al frontón para que pudiera disfrutar de aquella situación.
Fue Laso el primero que cogió diferencias marchándose hasta el 4-1 encontrando inspiración y cogiendo una bonita diferencia para el inicio. Ambos llegaban con relativas dudas después de que durante los días previos a esta cita tuvieran que hacer pruebas para ver cómo se encontraban de las dolencias que les había atrapado.
Fueron cabalgando en un comienzo con el público metido en el envite y el duelo entraba dentro del terreno de Jokin. Tras un buen inicio de Unai, se le notó bastante atado, queriendo jugar mucho adelante, y sin verse capacitado para dar pelotazos en el dominio del de Amezketa. Se vivieron tantos clave donde Altuna suele imponer y fueron en defensa. Corriendo mucho y obligando a Unai en un pelotazo más. Eso siempre suele dar que pensar y más en un partido de dicho renombre.
Laso estaba bastante atrapado y no gozaba del todo con Jokin jugando muy práctico. Pelotazos claros, variando el saque y siendo él quién podía llevar la iniciativa en el envite. Aun así, nunca alcanzaba una renta que le hiciera tranquilizarse ya que sin que Unai pudiera estar pasando por su mejor momento, tenía opciones con un Altuna que también falló varias pelotas que no acostumbra en hacerlo. Por ejemplo, en las cortadas al ancho con la zurda que se le fueron unas tres en esos primeros compases.
Al primer descanso obligatorio Altuna llegó por delante y a partir de ahí, parecía que el choque estaba cayendo para el campeón de la triple corona. Unai no podía entrar en ese juego de tener a Jokin lejano del frontis y entraba dentro de una espiral de tener que llevar bastantes pelotas complicadas que le obligaba su oponente con efectos o con tiros a los pies o estar siempre en movimiento.
Altuna logró tener una diferencia clave de 17-13. Todo parecía ir excelente para él pero perdonó en momentos clave. Varios errores ante un Laso que continuó muy concentrado. Se desquitó de la tensión y durante el desenlace se le notó mucho más suelto. Acertó más con el saque. Avivó su golpeo de derecha teniendo a Jokin en defensa constante mientras se iba metiendo en el partido. Llegaron al segundo descanso obligatorio con un 18-17 y tras esos tres minutos, el navarro obtuvo un gancho mágico después de un tanto muy largo.
Tanto clave que obligó a Jokin tener que parar nuevamente el partido. Los fantasmas podían llegar a la cabeza de Unai por lo pasado en los envites anteriores entre ellos, pero no se obcecó. Continuó vivo y con el patrón muy claro. Forzó al de Amezketa y finalizó con uno de los tantos teniendo una grandiosa definición que fue clave también. Terminó con un parcial de 9-0 para poder entrar en su primera final Manomanista.
Sin ser uno de los encuentros en el que hemos vibrado con estos dos pelotaris en sus citas anteriores, ha sido un duelo muy psicológico y Laso ha demostrado que podemos ver el nacimiento de una nueva rivalidad ya que en ese aspecto que casi nadie ha podido derrotar a Altuna él lo ha podido hacer. Con lo cual, le tendremos en la lucha por la txapela el 29 de mayo en el Navarra Arena.
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