Iker Larrazabal se llevó el punto de la honra en la liguilla de cuartos de final en el partido disputado en el frontón Ereta de Tafalla donde derrotó a Erik Jaka por 22-21.
Tafalla acogía un partido intrascendente de cara a la clasificación por lo sucedido horas antes en Elizondo con el triunfo de Peio Etxeberria y sin que Ezkurdia superara los 15 tantos. Por tanto, este episodio, con los dos eliminados no tenía ningún tipo de validez para ver quien y cómo se clasificaban a las semifinales. Para Erik Jaka una situación complicada el tener que estar pendiente de otro partido para ver si sus opciones eran reales o no.
Iker Larrazabal sin nada que perder y después de dejar unas sensaciones muy malas las pasada semana ante Peio Etxeberria, quería reivindicarse en Tafalla. Comenzó con ese ímpetu y ese juego ofensivo que le caracteriza donde la volea iba a resaltar en un frontón Ereta que iba a tener tres cuartos de entrada. La diferencia era alta, pero mediante una falta de saque mientras marchaba 14-5 sería trascendente. Jaka, pudo soltarse y percibir que tenía alguna situación favorable para llegar al cartón 22.
Cuando Jaka se coloca en esta situación con el saque-remate siendo prospero, su peligrosidad aumenta. Pudo soltarse y pese a no estar jugándose nada, mostró su profesionalidad y se metió de lleno en el partido. Llegó a igualar la cita durante el desenlace y se colocó por delante. Sin embargo, llegados a ese último tanto con el 21-21 en el luminoso, iba a ser Larrazabal quien iba a obtener ese último tanto. Destacar a Erik que con ese resultado tan adverso y viendo lo sucedido horas antes, podría bajar los brazos y esperar a que el rival hiciera los 22, pero no fue así y luchó como si estuviera compitiendo por la clasificación. Algo que dignifica y mucho al deportista además de que el público que pagó su entrada lo agradece.
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