La segunda jornada del torneo de El Antiguo trajo nuevos protagonistas a la cancha donostiarra con dos partidos que fueron por lados muy diferentes.
Mucha dureza
En el primer partido Xabier Apaolaza (Hernani) y Ander Arroita (Ataun) derrotaron por 22-15 a Mikel Aranbarri (Azkoitia) y Endika Santesteban (Oberena). Fue un encuentro muy duro y de esa manera pudo comenzar. Sacaron los azules una pelota que las dos parejas sacarían durante toda la cita. Era una pelota con la que los cuatro estuvieron bien pero que también era complicado ponerla en el rebote. Daba la sensación de que a todos les entraba muy bien en la mano.
Dentro de la dureza que tuvieron, las dos duplas consiguieron una pequeña renta pero no sería suficiente para que lograran marcharse. A partir del ecuador, poco a poco los colorados fueron sacando más renta en el electrónico. Se vio en la zaga que Arroita a nivel físico pudo estar mejor y con mayores ideas y más recorrido. Santesteban había hecho muchos metros sobre la cancha y se le notaba más cansado y sin terminar de poder romper y ser dominante en la cancha. Apaolaza también iba a encontrar los huecos en el txoko y fueron sumando para que finalmente la máxima diferencia en el electrónico fuera la del desenlace. Destacar la dureza, pero el final fue favorable para el hernaniarra y el de Arrigorriaga.
Racha final y gran diferencia de tanteo
En categoría senior, Sergio Gutierrez (San Cosme) y Aingeru Bernaola (Lea Ibarra) ganaron por 22-9 a Josu Olaetxea (Irurtzun) y Unai Albeniz (Tolosa). Consiguieron marcharse desde temprano en el marcador sin que los colorados pudieran entrar en el episodio. Algunos regalos y facilidades dadas a los azules donde Sergio si tuvo esa chispa con ambas manos y Bernaola mostró seguridad. Josu y Unai, por su parte, fueron entrando y se veía Albeniz pudiéndose hacer a las dimensiones de este frontón. Eso permitió para que el dominio de ellos fuera más claro y los azules tuvieron que estar trabajando desde posiciones no tan idoneas.
Se acercaron hasta un 8-11 pareciendo unas sensaciones muy diferentes. En el 12-8, pararon el partido y en ese instante se rompió por completo. Tres fallos seguidos de Olaetxea y Gutierrez pudiendo hacer bastante daño con el saque. Los colorados se vinieron completamente abajo a nivel psicológico y perdieron todo el poder de juego. Era muy importante poder tener un buen tanteo por si disponen de un triple empate pero no dieron signos de que eso pudiera pasar por sus cabezas ya que desaparecieron por completo. Sergio y Aingeru tampoco darían facilidades y no dieron atisbos de debilidad dentro de ese juego seguro que poseyeron.
De cara a la semana que viene, las dos jornadas se llevarán a cabo tanto el lunes 12 de agosto como el martes 13 de agosto. Será la única semana en la que el miércoles no tendrá partidos dentro del torneo donostiarra.
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