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La rocosidad de Apezetxea-Irazustabarrena destaca en la txapela lograda en el Soroa

La undécima edición del torneo Ogi Berri memorial Soroa trajo a los campeones en una tarde donde se superaron las tres horas y media de estancia en el Beotibar de Tolosa.

Con un gran ambiente dentro del frontón Beotibar donde se superaba la asistencia de 600 personas, arrancaba el festival con la final entre los juveniles. Por segundo día consecutivo Julen Etxaniz (Azkoitia) alzó una nueva txapela tras la conseguida en el Atano III dentro del mano a mano de Gipuzkoa. En compañía de Hugo Figueroa (Lapke) derrotaron por 18-15 a los hermanos Salaberria (Irurtzun).

Durante los primeros tantos iban a ser los zagueros quienes iban a protagonizar la contienda. Dos pelotaris con mucho tiro en ambas manos y que mostraron su potencial. Quien mejor estuvo en esos primeros tantos fue Salaberria ya que erró algo menos pero pese a ello, la mecánica de cómo darle a la pelota es muy diferente pero a ambos les sale con mucha velocidad.

Cada pareja estaba muy bien con su pelota y la pugna de los delanteros apenas se estaba viviendo. Algunos golpeos esporádicos pero hubo que esperar para que llegara un tanto en el que el respetable aplaudiera. A partir del ecuador, Julen y Hugo fueron forjándose con unas sensaciones mejores. Fueron sacando más renta con el de Azkoitia pudiendo dar más pelotazos y siguió seguro. Figueroa, pudo enseñar durante más rato la espalda a un Salaberria que también erró en pelotazos que su oponente le forzaba.

La diferencia podía ser clara pero los navarros no iban a ceder. El delantero de los hermanos dejó los mejores de sus remates para el desenlace pero iba a ser tarde para poder alcanzar a los que vestían con el cinturón colorado. Figueroa destacó por encima de todos ya que su pegada y entereza fue concebida desde el primer tanto para llegar fresco al desenlace. Hubo fallos pero para el partido que hizo se podían dejar. Con lo cual, en un duelo vivo, donde los zagueros fueron más protagonistas que los delanteros, Etxaniz y Figueroa se impusieron en la primera final de la tarde.

Entre los promesas fueron Mikel Aranbarri (Azkoitia) y Asier Balerdi (Oberena) los que consiguieron imponerse derrotando a los zurdos del club Lapke Oier Ibarluzea y Ander Garmendia por 22-14. El inicio sería más próspero para la dupla compuesta por los guipuzcoanos adelantándose con 5-1. Ibarluzea, entrando bastante en juego y pudiendo mostrar esa potencia sobre la cancha con los azules sin poder situarse todavía.

Ese comienzo se iba a disipar con los azules pudiendo ser los dominadores. En la zaga hubo una gran diferencia con el pelotari de Oberena gozando muchísima pelota y con Garmendia teniendo que realizar el trabajo desde muy atrás. En casi ningún instante Ander se pudo imponer a Asier y aquello en la delantera también iba a aportar en que Aranbarri tuviera oportunidades. Tuvo ganchos de categoría pero también destacó en su habilidad para poder variar sobre todo los saques pero también en busca de los golpes hacia la derecha de los rivales.

Lo positivo para los de Lapke era que no fallaron y aquello les aportaba poder estar cercano al marcador ya que los azules también dejaron pelotas que no iban a ser buenas. Balerdi erró cuatro muy claras y Mikel también tuvo fallos en los que podía haber hecho algo más. Pese a que Oier y Ander pudieran estar relativamente cerca en el marcador, el aspecto en el terreno de juego era muy diferente. Ibarluzea, tenía que entrar desde muy atrás y hubo un instante muy importante donde superó con el primer golpe la línea del siete. En este campeonato pasa es falta y fue un daño irreversible ya que los rivales iban a coger una bonita racha.

Los azules continuaron por su camino en el que Balerdi no iba a bajar aunque Garmendia si pudo empalar durante el final buenos pelotazos pero tampoco ayudaron en que dominara al zaguero rival. Por tanto, triunfo en el que Mikel y Asier consiguieron ser superiores en la cancha y en el electrónico finalmente tuvieron un resultado digno. Destacar que los guipuzcoanos no se salieron y que para ganarles hay que jugar bien durante muchos minutos. Sin embargo, no pudieron crear opciones para poder aspirar a una oposición factible.

El triunfo de esta undécima edición en categoría élite fue para Beñat Apezetxea (Umore Ona) y Aratz Irazustabarrena (Intxurre) que pudieron con Eñaut Lizeaga (Mundarro) y Aingeru Bernaola (Manaria) por 22-15. Nuevamente mostraron lo difícil que es ganar a esta pareja. Lizeaga dio mucho espectáculo en lo referido a la velocidad. Tantos y golpeos de mucho tipo en lo que por tema pegada era mejor que todos, pero a Beñat y Aratz cuando se les gana hay que rematarles y no dar oportunidad.

Los azules no estaban para regalar nada quitando dos errores bastante claros que tuvo Apezetxea durante los primeros tantos y uno fue relativo ya que se le pegó en la pared. Los otros fallos iban a ser forzados, la mayoría por esa velocidad que estaba ofreciendo el delantero de Astigarraga. Hubo una pasa de saque muy clara que se reconvierte en falta pero no fue excusa para que se fuera de la cita ya que siguió enchufado. En la zaga, hubo un tramo donde Bernaola estuvo más de cara pero Aratz no iba a ceder terreno y sería por mérito de los oponentes que fueran con la diferencia por delante.

Con el 13-10 a favor de Eñaut y Aingeru, los azules les empataron y con un parcial de 7-0 les superaron para que el 13-13 fuera la última vez que fueran por delante. Lizeaga cometió muchos fallos, varios de ellos claros. Erró bastante delante en busca de la parada cuando la mejor decisión lo seguro que iba a estar en pegarle fuerte. Apezetxea, también pudo hacer tantos adelante y se le notó inspirado, sobre todo con el golpeo de izquierda. Además, lo más destacado fue algunas pelotas que cazó en defensa siendo de excelsa dificultad.

De cara a los últimos tantos, Beñat y Aratz estaban mucho más enteros y lo demostraron. Por parte de Aingeru jugó un partido óptimo donde pegó, cubrió, no entregó mucho pero cuando la igualdad entra en escena, son los detalles los que valen y esta tarde la seguridad de los azules fue clave además de los muchos errores que cometió Eñaut durante la segunda parte. Se escuchó mucho la palabra ¡OH! por los enormes pelotazos dados, pero no con eso se ganan partidos y la tarde del sábado 4 de enero en el Beotibar se ha vuelto a demostrar. Apezetxea e Irazustabarrena que entraron en primera ronda, consiguieron alzar la txapela haciendo un fabuloso campeonato. El delantero de Goizueta continúa sumando su palmarés sumando el Soroa dentro de este último mes al Bankoa Diario Vasco y a Huarte.

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Ander Millan

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