MANOMANISTA

Altuna se da una exhibición para alzar su tercer Manomanista

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Foto: Aspe

Jokin Altuna conquistó su tercera txapela en el campeonato Manomanista al poder vencer en el frontón Bizkaia de Bilbo a Unai Laso por un 22-5. 

Será la tercera vez que veamos a Jokin Altuna con la camiseta colorada de campeón durante todo un año. Su balance en estas finales del Manomanista quedan con tres triunfos y dos derrotas.

Se esperaba un choque donde no se podía encontrar favorito claro por cómo había transcurrido el campeonato y hasta los prolegómenos del partido no podía cerciorarse absolutamente nada. Sin embargo, Altuna rápidamente dio visos de su táctica y la convicción con la que había acudido al frontón bilbaíno. Laso había hecho mucho daño con el primer golpe a lo largo de todo el campeonato pero el amezketarra decidió esperar a bote. Realizó un resto espectacular mostrando que encontraba chispa en ambas manos.

Altuna se situó por delante y sería él el que aprovechó ese saque potente a pared realizando muchísimo daño. Unai quería esperar de aire y en uno de esos restos se dañó la muñeca. En esos primeros tantos, también hubo un tanto espectacular en el que Altuna tuvo que hacer mucho al ataque y el navarro defendió a la perfección. Además, se creó la oportunidad de tener ese último remate pero se le marcho a la contracancha. Si aquello hubiera entrado, la dirección de la cita quizá podría ser otra y el aspecto psicológico de Laso sería diferente.

Además de la chispa que podía ofrecer Jokin, en el tema táctico jugó corto en busca de los pies de Unai y buscando mucho su mano izquierda. No quería que el oponente pudiera tener golpes claros con el gancho ya que es muy peligroso y poco a poco fue forjándose para ir desesperando a Unai.

El guipuzcoano se marchó hasta el 19-1 con una racha positiva abismal. En el 16, sin embargo, Laso optó por entrar a vestuarios para tratarse esa muñeca izquierda ya que también se asomó un nuevo golpe. Pudo hacer ese segundo y el frontón se vino abajo con constantes cánticos a favor de él. No obstante, el navarro estaba psicológicamente completamente fuera. Dio enormes pelotazos con su derecha pero Altuna también defendió con altura dándose tiempo gozando de que tocar el techo del frontón Bizkaia es prácticamente imposible.

Por una parte se vio a un Altuna que jugó impecable minando la moral de un Unai que se vio completamente superado y apenas hubo tantos donde encontrara sus sensaciones de dominio. Con lo cual, Altuna con una mentalidad absoluta de ganador salió campeón por tercera vez en el campeonato más trascendente de la mano profesional.

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Ander Millan

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