Jokin Altuna se corona como campeón del Cuatro y Medio 2020 al derrotar en el frontón Bizkaia de Bilbo a Erik Jaka por 22-9. Segunda txapela en la jaula y tercera como profesional.
Velocidad de Altuna
El querer definir fue la idiosincrasia del comienzo del partido. Dos pelotaris que tienen una grandiosa facilidad para poder definir los tantos. Fue el de Lizartza el primero en marcharse con 3-0 imponiendo su ritmo. Aun así, Altuna metido desde el primer momento del encuentro, se le notó mucho más aliviado y fresco que por ejemplo se le presenció en la final del manomanista hace pocas semanas.
Todo iba a una velocidad vertiginosa y compitiendo con tanto quilate en juego, cualquier detalle era trascendente. Jokin estaba dando un toque especial a la pelota mientras q
ue Erik se atragantó en momentos a la hora de definir. Tuvo que estar corriendo mucho y la sensación de superioridad era para Jokin. El envite, llegó al 9-5 cuando el de Lizartza pidió su primer tiempo.
Dominio absoluto de Jokin Altuna
El saque largo también le estaba acompañando a la hora de tomar decisiones y a la hora de defender, en ningún momento estaba levantando la pelota poniendo en mucha dificultad el juego de aire de Jaka. Además también le estaba jugando bastante a los pies cuando ambos estaban dentro del cuadro tres.
Le estaba haciendo bailar. Erik tuvo algún que otro instante para definir aunque fueron muy pocos, pero las piernas de Jokin estaban totalmente frescas y además de defender siempre ponía en dificultad el próximo pelotazo. Con el 18-5 Jaka marchó a vestuarios a causa del segundo descanso obligatorio con gritos de impotencia.
Tras el regreso, Erik por fin pudo romper el parcial del de Amezketa con una finalidad en el txoko para situar el 6-18. Sacó una nueva pelota del cestaño estrenando una de sus pelotas ya que la primera que sacó fue una de Jokin. En busca de esa velocidad en el suelo para su tipo de juego, lo intentó pero Altuna puso el 19-7.
Llegó otro tanto por parte de Erik con el pelotari que vestía de azul defendiendo una barbaridad. Por ello, aprovechó el momento para pedir su primer descanso antes de que el de Lizartza sirviera con 8-19. Con todo su ímpetu, Jaka no se rindió, quería buscar ese juego que Jokin no le dejaba. Finalmente, el amezketarra, dando un auténtico recital de cómo saltar a una final, salió campeón en su quinta lucha por el campeonato consecutiva.
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