Conocimos a tres nuevos finalistas durante la tarde del sábado en el torneo Reino de Nájera en una jornada de grandes encuentros.
Se presenció a los dos pelotaris que dentro de la categoría élite se medirán por la txapela. Hubo la oportunidad de que se disputara la final del pasado año pero finalmente no fue así. En primera instancia, Gaizka Carregal (Adiskide) el vigente campeón hizo los deberes para derrotar por 22-16 a Aitor Altuna (Tolosa). Era el cuarto partido de la semana para el vizcaíno y se le notó en sus movimientos. Aun así, se encontró con esa gran facultad de no regalar. Para su bien, abrió diferencia y la pudo mantener. Altuna, hizo un partido en el que le salieron cosas muy bellas pero por otra parte también cometió fallos en los errores clave. Además, en ningún instante desde que se escapó Gaizka pudo igualarle o por lo menos acercarse para meterle presión.
El otro finalista fue del duelo riojano siendo Sergio Gutiérrez (San Cosme) el que derrotó a Adrián Prado (Najerino) con un 22-17. Comenzaron los dos con varios errores pero sin que ninguno cogiera diferencias dentro del electrónico. Prado, estaría algo mejor en el remate mientras Sergio basaba en su juego que podía realizar con su mano derecha. Fueron cabalgando y quien gozaba de estar mejor en la segunda parte era Gutiérrez pudiendo jugar mucho a pared queriendo llevar él la batuta. Aun así, después del 16-13, Adrián empató a 16 siendo ese el último instante donde el pelotari del club Najerino estuvo tan cerca. También se llevó un golpetazo siendo un indicador que también le lastró, pero su oponente estuvo más acertado y le sacó de la cita. Por ello, Carregal tendrá un nuevo adversario riojano en la pugna por la txapela pero se trata de Gutiérrez.
En el choque entre los promesas, que se jugó como segundo de la tarde fue Unax Ramírez (Kurene) el que ganó al eliminar a Harkaitz Murua (Intxurre) por 22-12. Comenzó mejor el guipuzcoano con un 4-0 para él, pero el vizcaíno rápidamente le sobrepasó para superarle. Del 5-5 le hizo un parcial muy grande para irse al 13-5 y después en el 18-8 conocer por vez primera la máxima diferencia. Hubo una disputa en un tanto en el que Harkaitz discutió con el juez y no le aportó en sus prestaciones. Cabe destacar que Ramírez hizo las cosas muy bien. Movió la pelota y no regaló absolutamente nada. Estuvo muy metido siendo efectivo y en una cita que se esperaba emoción e igualdad, Murua perdió esa combatividad con fallos claros y viéndose superado por el rival. Además, a nivel psicológico sin saber recomponerse. Con lo cual, Ramírez es el primer finalista entre los promesas. Se medirá al ganador entre Ibai Sáez y Oier Zabaleta.
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